Exposición
Proclama mi alma
La figura de María en las Sagradas Escrituras es discreta, silenciosa y precisa.
Paradójicamente se trata de una figura central del cristianismo y de la
historia del arte: su vida ha sido objeto de innumerables interpretaciones por
parte de artistas y artesanos desde el periodo paleocristiano entre los siglos
II y V.
Aunque no son muchos ni extensos los libros
que nos hablan de María en las Sagradas Escrituras, encontramos referencias directas
en los cuatro evangelios y, uno de ellos, San Lucas, nos presenta ocho episodios
centrales de su vida. Estos libros canónicos, junto con algunos apócrifos como
el Protoevangelio de Santiago, han sido suficientes para hacer de María una fuente
fecunda de inspiración.
Es precisamente la figura discreta de María en las Sagradas Escrituras, la que
ha dejado espacio para la libertad interpretativa por parte de artistas, de
artesanos y de quienes le rinden culto. Niña, Madre, Novia, Reina, Protectora,
Mediadora, Consejera… María acoge con brazos abiertos, es un ícono universal
que da lugar a diferentes proyecciones y sincretismos que desbordan los cánones
de la religión.
La exposición Proclama mi alma se
nutre de representaciones marianas encontradas en contextos domésticos, y desde
una perspectiva histórica e iconográfica explora algunas de las advocaciones de
la Virgen que ocupan nuestros espacios físicos e imaginarios cotidianos.
Curaduría: Lucía Arango Liévano
Asistente de Curaduría: María Lucía Restrepo Yepes
Producción: Área de Cultura
– Dirección de Bienestar Universitario y Pastoral
Coordinador: Juan Pablo Agudelo González